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LA LUMBALGIA

La lumbalgia es un dolor localizado en la parte baja de la columna y generalmente puede clasificarse en lumbalgia aguda y moderada. También se conoce como lumbago.

No siempre puede establecerse un diagnóstico preciso de lesión específica de la columna vertebral o de la causa que puede estar provocando el dolor de espalda. No puede decirse que la lumbalgia sea una enfermedad, sino más bien se trata de un problema o un síntoma y puede deberse a múltiples factores como un esfuerzo excesivo o una mala postura. Es una enfermedad que afecta principalmente a la zona lumbar y según la Sociedad Española de Reumatología la causan alteraciones de las diferentes estructuras que forman la columna vertebral como ligamentos, músculos, discos vertebrales y vértebras. La columna lumbar es el segmento final de la columna vertebral y la zona que soporta más peso. Por ello esta es la zona de la espalda donde, las lesiones son más frecuentes.

  lumbalgia
La lumbalgia provoca una media de 55.000 bajas laborales al año en España, lo que supone un 11,4 por ciento de las incapacidades transitorias que se registran al año y una pérdida de más de un millón de jornadas laborales para el sector productivo español


A menudo, se hacen diagnósticos de pacientes con las siguientes condiciones:

  1. Fracturas por un traumatismo directo. Este tipo de lesión  suele venir asociada con unalesión de partes blandas (ligamentos, discos intervertebrales, ...)
  2. Compresión de una raíz nerviosa con dolor que irradia hacia una parte concreta de la pierna.
  3. Espondilolistesis o fractura de estrés de las apófisis interarticulares de las vértebras.
  4. Estenosis del canal vertebral (se da más frecuentemente en deportistas de edad avanzada).

Las condiciones anteriores suponen menos del 10% del total de lumbalgias. Como ya se ha dicho anteriormente, el dolor de espalda puede clasificarse en agudo y moderado, y puede decirse que la mayor parte de la población ha tenido, tiene o tendrá dolor de espalda a lo largo de su vida.

 

LUMBALGIA AGUDA

La lumbalgia severa suele aparecer de repente y causada por un movimiento mínimo como el de inclinar el tronco hacia delante. El dolor aumentará en el transcurso de un par de horas a medida que aparece la inflamación. El dolor normalmente se da en la zona lumbar de la columna vertebral pero también puede irradiar a las nalgas.

¿Qué puede hacerse ante una lumbalgia aguda o severa?

- El paciente normalmente tiende a adoptar una posición que le alivie el dolor (posición antálgica). La mejor posición es, sin duda, aquella en la que el paciente se encuentre más cómodo; dependiendo del paciente, podrá sentir más alivio tumbado boca arriba (supino), boca abajo (prono) o sobre el lateral.
- Recuerda:¡Si te duele no lo hagas! Evita los movimientos o posiciones que agraven el dolor.
- El reposo en la cama puede ser de gran ayuda pero no debe sobrepasar los 2 días ya que demasiado reposo puede empeorar las lesiones de la columna vertebral. En muchas ocasiones, la movilidad es necesaria y favorece la curación de la lesión después de la desaparición del dolor y la inflamación iniciales.
- Vendar la zona lumbar puede aliviar el dolor y dar soporte, así como también puede ser útil una faja abdominal.
- El médico puede prescribir AINE’s (medicamentos antiinflamatorios no esteroideos) para aliviar el dolor y el espasmo muscular creado alrededor de la lesión.
- La electroterapia también puede usarse para reducir el dolor. Por ejemplo el TENS (estimulación eléctrica transcutánea), la magnetoterapia (terapia por campos magnéticos) o la terapia ultrasónica  pueden ser de gran ayuda.
- Evitar permanecer sentado en la misma posición durante largos periodos de tiempo.
- Pueden utilizarse técnicas de masaje muy suaves para ayudar a reducir el dolor.
- También la tracción vertebral puede ayudar a aliviar los síntomas de la lumbalgia.

Una vez desaparecen los síntomas de la lumbalgia aguda, el paciente se trata como si tuviera  dolor moderado y puede iniciarse un tratamiento más intensivo.

 

LUMBALGIA MODERADA

Este tipo de lumbalgia es un dolor que suele asociarse a problemas de espalda crónicos o de lago periodo. La lumbalgia crónica aparece normalmente tras una lesión, frecuentemente de las articulaciones de la espalda pero que con el tiempo afecta también a otras estructuras, en concreto a los tejidos blandos como los músculos, provocando dolor.
Los músculos se tensarán en respuesta a la lesión de la columna vertebral, pudiendo llegar a debilitarse o acortarse provocando cambios en la postura o el movimiento que a su vez empeoran la situación de la columna.

Causas de la lumbalgia moderada:

Las causas de la lumbalgia son múltiples. Puede deberse a malas posturas, factores relacionados con la actividad física del individuo o factores psicológicos. De todos modos, pueden establecerse dos causas fundamentales que pueden ocasionar el lumbago: las causas de origen mecánico y las de origen inflamatorio.

  • De origen mecánico: Son las más frecuentes. Se debe a una alteración de las estructuras que forman la columna lumbar. Así, la degeneración del disco vertebral que evita el contacto directo entre las vértebras de la columna, la aparición de artrosis en las vértebras lumbares, la existencia de osteoporosis o una alteración de las curvaturas normales de la columna son las causas más frecuentes del dolor lumbar. Las malas posturas también pueden provocar lumbalgia. Además, la práctica deportiva sin un entrenamiento adecuado puede producir lumbago. La práctica clínica también ha observado que determinados factores psicológicos pueden provocar dolores de la columna en general.

  • De origen inflamatorio: Tienen su origen en determinadas enfermedades que producen una inflamación de las vértebras, de los tendones o de las articulaciones próximas. Asimismo, otras patologías no inflamatorias pero que podrían causar lumbago son las infecciones o los tumores malignos.

Otras causas de las lumbalgias son:.

  • Lesiones degenerativas discales.
  • Lesiones articulares (artrosis interapofisiaria).
  • Lesiones miofasciales (espasmo muscular).
  • Lesiones ligamentosas.


Síntomas de la lumbalgia moderada:
  1. Dolor constante o intermitente.
  2. El dolor puede aparecer en un lado, en ambos lados o en el centro. Un síntoma muy común es el dolor en forma de banda en la zona lumbar.
  3. También puede aparecer dolor en las nalgas o en los isquiotibiales (músculos de la parte posterior del muslo).
  4. El “slump test” puede aumentar el dolor o evidenciar una restricción del movimiento.
  5. Hipersensibilidad en las estructuras de la columna vertebral.
  6. Hipomovilidad (movilidad inferior a la normal) en uno o más segmentos intervertebrales.
  7. Espasmos musculares en la zona lumbar y en las nalgas.
 


Tratamiento de la lumbalgia moderada:

  1. Identificar las posibles causas y tratar de eliminar en lo posible el mecanismo desencadenante, como:
    • Hiperlordosis (aumento de la curva o lordosis lumbar).
    • Escoliosis (la columna vertebral en forma de “S”).
    • Mala postura en sedestación.
    • Mala postura en bipedestación.
    • Inestabilidad pélvica.
    • Mala técnica a la hora de levantarse.
    • Dormir en una cama con poco soporte.

  2. Reducir el dolor y la inflamación con hielo, AINE’s, electroterapia y reposo.
  3. Cuando la lumbalgia es crónica sería más aconsejable la aplicación de calor en forma de termoterapia superficial (parafangos, infrarrojos, masaje) o profunda (ultrasonidos, rádar, onda corta,...)
  4. Restaurar el arco de movimiento completo.
  5. Aumentar la flexibilidad y la fuerza general.
  6. Estirar y relajar la musculatura acortada y tensa.
  7. Potenciar la musculatura abdominal.
  8. Realizar ejercicio aeróbico y de tonificación generalizada.

 

 

 

 

 

No existe ningún programa de tratamiento eficaz para todas las personas que sufren lumbalgia, ya que hay infinidad de causas, condiciones y lesiones que llevan al dolor de espalda. Algunos métodos tendrán mejores resultados en algunos pacientes en concreto, pero la mayoría de ellos obtendrán buenos resultados con la combinación de varios métodos de tratamiento.

 

EL EJERCICIO FÍSICO ALIVIA LA LUMBALGIA CRÓNICA, PERO NO LA RECIENTE

Estudios recientes (Jill A. Hayden y col., 2005)  han demostrado que las terapias de ejercicios sólo resultan eficaces cuando el paciente lleva más de tres meses sufriendo lumbalgia. En estos casos crónicos, lo más recomendable son los ejercicios de fortalecimiento y estiramiento lumbar.
A esta conclusión ha llegado un equipo de expertos en salud laboral tras analizar las evidencias disponibles acerca del tema, en total más de 60 ensayos clínicos con 6.390 pacientes aquejados de lumbalgia. Sus recomendaciones, publicadas en el 'Annals of Internal Medicine', (mayo 2005), difieren según la duración de la dolencia:

·  Lumbalgia aguda. El ejercicio no parece aliviar a las personas que llevan menos de seis semanas sufriendo dolor lumbar. "Sin embargo, queremos destacar que la terapia de ejercicio no es lo mismo que el consejo de mantenerse activo, que es una estrategia terapéutica recomendada en los pacientes agudos", matizan los autores.

·  Lumbalgia subaguda. En las personas que llevan sufriendo lumbalgias entre seis y 12 semanas, un programa de ejercicios gradual parece aliviar las molestias y mejorar la movilidad del paciente, si bien los investigadores advierten que las evidencias disponibles son moderadas. En cuanto a otro tipo de actividades, "las evidencias son insuficientes para avalar o refutar la eficacia de la terapia de ejercicios en el dolor lumbar subagudo", precisan los investigadores.

·  Lumbalgia crónica. En pacientes con un dolor duradero (más de 12 semanas) los ejercicios sí resultan eficaces, tanto para aliviar el dolor como para mejorar la movilidad del afectado. Según el metaanálisis, "el ejercicio es al menos tan eficaz como otros tratamientos conservadores", como son la terapia manual y conductual, el consejo de mantenerse activo o la educación. "En general, las mejorías son pequeñas, pero estadísticamente significativas", matizan estos especialistas, quieres creen que las bondades del ejercicio en estos casos pueden diferir según el tipo de actividad física de que se trate.


EL EJERCICIO IDÓNEO

A esta conclusión se ha llegado mediante una extensa revisión bibliográfica de todos los trabajos en los que se investigaban diferentes tipos de ejercicio para el dolor de espalda crónico.


Los ejercicios para fortalecer la espalda (es decir, los que exigen contraer la espalda, se repiten varias veces y trabajan grupos musculares determinados para aumentar la fuerza muscular) son los idóneos para mejorar la movilidad del paciente.
En cuanto al alivio del dolor, los más eficaces son los estiramientos, ejercicios diseñados para mejorar la movilidad de una articulación o grupo de articulaciones y alongar los músculos, supuestamente contraídos o acortados. Ambas terapias resultan más eficaces que otras actividades, como los ejercicios de flexibilidad, caminar o nadar.


La estrategia más eficaz para el alivio del dolor de espalda es la ejecución de programas de ejercicios diseñados individualmente, supervisados (por ejemplo, ejercicios realizados en el domicilio con el seguimiento regular de un terapeuta) y realizados con cierta asiduidad y periodicidad [más de 20 horas de ejercicio en unas 3-4 horas semanales]. Añadir otros tratamientos conservadores, como el consejo de mantenerse activo, los antiinflamatorios, o el masaje y la terapia manual también resultan en un mayor alivio del dolor y en mejor movilidad.

El británico Charles Pither resume en siete claves el tratamiento óptimo del dolor de espalda:

  • Mantenerse activo todo el día.
  • Realizar ejercicio y estiramientos regularmente.
  • Estas actividades deben ser pausadas, porque no conviene 'abusar'.
  • Relajarse y distraerse.
  • No tomar demasiada medicación. Los tratamientos farmacológicos (antiinflamatorios, opiáceos...) sólo se recomiendan durante periodos cortos (de hasta tres meses) o para exacervaciones de la enfermedad.
  • Tratar de evitar los pensamientos negativos.
  • Conocer la enfermedad y plantearse unas expectativas realistas.

AUTOR:
lirios dueñas moscardo

LIRIOS DUEÑAS MOSCARDO
Fisioterapeuta .Profesora Escuela de Fisioterapia Universidad de Valencia

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