A história da mulher do cais de San Blás (Portugués y Español)

A música En El muelle de San Blás é baseada em uma história real. Há várias décadas atrás, em 1971, uma jovem de 17 anos de idade, chamada Rebeca Méndez Jiménez viveu em Nayaritum, no México, ao lado de um cais e trabalhou em um dos restaurantes para os marinheiros.

Em um dia quente do Caribe Rebeca conheceu Manuel, um marinheiro estrangeiro, que tinha cerca de 20 anos de idade. Ele estava trabalhando em um embarque atum e salmão quando os dois se conheceram, se apaixonaram loucamente e ele jurou amor eterno a Rebeca.

Antes o novamente embarcar para o Norte, o marinheiro prometeu a jovem que iria casar com ela. Em prantos, Rebeca jurou que esperaria ali até que ele voltasse. Ela também jurou ao mar jurou que iria esperá-lo.

Rebeca retornava todos para o cais de San Blas para esperar por seu amor, vestida com um vestido de noiva, pois não sabia em que momento o homem em sua vida voltaria para se casar com ela.

O marinheiro nunca mais voltou. As pessoas que vivem naquela região dizem que o noivo de Rebeca foi vítima de um furacão no meio do mar e morreu juntamente com muitos outros pescadores.

 Sem saber o que tinha acontecido com seu amor e, para sempre, com uma eterna devoção a ele, ela envelheceu sozinha. Seus cabelos embranqueceram e seu vestido foi corroído. Para ela, os anos não passaram e sem ter o amado, envolvia-se em desespero, tristeza, saudade e uma grande solidão que ninguém poderia acalmar.

Muitos a chamavam de "A louca da Primavera de San Blas". Rebeca foi consumida pelo mar e disse a quem quisesse ouvir que eu estava esperando por seu amado, que sempre viria no dia seguinte e que o vestido era para que ele pudesse reconhecê-la.

Algumas vezes, ela era vista vendendo doces ou flores no Puerto Vallarta, sempre atenta à chegada de cada navio. Com o tempo, sua insanidade extrema e sua má qualidade de vida, fizeram com que algumas pessoas tentassem interná-la em um manicômio, mas quando vieram para buscá-la não houve como tirá-la do cais. Ela disse que lá era a sua casa e que ela sairia de lá apenas quando seu noivo voltasse.

Um dia,  aquela mulher que vendia doces ao longo da orla, chamou a atenção de um integrante do grupo Maná, Fher, o vocalista. Ele viu que ela estava vestida de noiva e perguntou-lhe por que  estava vestida com aquela roupa. Rebeca lhe disse que estava à espera de seu amor e que ele lhe disse que quando voltasse do mar, eles iriam se casar. Ele perguntou  onde ela morava e ela respondeu que vivia na primavera de San Blás.

Ao conhecer uma história tão inspiradora, Fher, escreveu a canção En el muelle de San Blás. O vídeo com a canção foi gravado no mesmo cás, entre 24 e 25 Março de 1997.

Algumas pessoas de San Blas, dizem ter visto Rebecca em Guadalajara, onde  vive até os dias de hoje. Outros dizem que ela morreu em Guadalajara, onde estava morando.

Há poucos dias circulou a notícia de que Rebeca Méndez Jiménez deixou este mundo, provavelmente para finalmente se encontrar com seu grande amor.

As autoridades de San Blas estão discutindo a possibilidade de levantar uma estátua de Rebeca para homenagear a mulher que deu fama mundial ao Porto por sentir um amor como nenhum outro, amor que a fez manter sua promessa até o último momento de sua vida.

A história é incrível, verdadeira e tocante. Não é difícil de entender porque ela foi usada como inspiração para que Maná fizesse a canção En el muelle de San Blás.

La música En El Muelle de San Blas se basa en una historia real. Varias décadas atrás, en 1971, un joven de 17 años llamada Rebeca Méndez Jiménez vivió en Nayaritum, México, junto a un muelle y trabajado en restaurantes de uno de los marineros.

En un día caliente del Caribe Rebeca conoció a Manuel, un marinero extranjero, que tenía unos 20 años de edad. Él estaba trabajando en un internado atún y el salmón cuando los dos se conocieron, se enamoraron locamente y él juró amor eterno a Rebeca.

Antes de embarcarse otra vez para el norte, el joven marinero prometió que se casaría con ella. En lágrimas, Rebeca juró que esperaría allí hasta que él regresara. Ella también prometió al mar juraron que lo esperaria.
 Rebecca regresó al muelle de San Blas todos los días e se quedó a esperar por su amor, vestida con un traje de novia, sin saber en que momento el hombre en su vida volvería a casarse con ella.

El marinero nunca regresó. Las personas que viven en la región dicen que el novio de Rebecca fue víctima de un huracán en el mar y murió junto con muchos otros pescadores.

Sin saber qué había pasado con su amor y para siempre en una eterna devoción a él, ella ha envejecido. Su cabello se volvió blanco y su vestido estaba corroído. Para ella, los años han pasado, y sin el amado, envuelto en la desesperación, tristeza y una soledad tan grande que nadie podía calmar.
Muchos la llamaban "la loca de primavera de San Blas". Rebeca fue consumida por el océano y le dijo a quien quisiera escucharlo que estaba esperando a su amante, que siempre llegan al día siguiente, y el vestido que llevó para que lo reconozca.
       Algunas veces se la vio vendiendo dulces o flores en Puerto Vallarta, siempre atento a la llegada de cada barco. Con el tiempo, la locura y la mala calidad de vida de los pobres extremos, han hecho que algunas personas trataron de  su internado en un hospital mental, pero cuando vinieron a buscar ahí no podía salir del muelle. Ella dijo que el muelle era su casa y que iba a salir de allí sólo cuando su novio ha vuelto a casarse con ella.

Un día, la mujer que vendía dulces a lo largo de la línea de costa, atrajo la atención de un miembro del grupo Maná. Fher, vocalista. Él vio que estaba vestida como una novia y le preguntó por qué llevaba ese traje. Rebecca le dijo que estaba esperando a su amor para casarse, porque dijo que cuando regresó del mar, se casarían. Él le preguntó dónde vivía y ella lo dijo que vivia en la primavera de San Blas.

Cuando conoció una historia tan inspiradora, Fher, escribió la canción En el Muelle de San Blas. El video de la canción fue grabado en el mismo muelle, entre el 24 y el 25 de marzo de 1997.

Algunos habitantes de San Blas, dicen que han visto a Rebecca en Guadalajara, donde vive hasta el día de hoy. Otros dicen que murió en Guadalajara, donde estaba viviendo.

Hace unos días la noticia que circuló Rebeca Méndez Jiménez dejó este mundo, probablemente para finalmente juntarse a su gran amor.

Las autoridades de San Blás están discutiendo la posibilidad de levantar una estatua en honor a Rebeca, que dio fama mundial al Puerto por sentir un amor como ningún otro amor, que mantuvo su promesa hasta el último momento de su vida.

La historia es increíble, verdadera y conmovedora. No es difícil entender por qué se ha utilizado como fuente de inspiración para la canción que hizo Maná En El Muelle de San Blás.